Cristina Cardeñas, una sevillana apasionada de la lectura, enamorada del mar, aficionada a las excursiones por la montaña y al deporte. Esta mujer activa y enérgica se encuentra al frente de la tienda Enrich de la calle Jesús 19, en Sitges, como Encargada.

De Sevilla a Sitges hay un buen trecho, ¿qué te trajo aquí?

Llegué a Barcelona en Mayo de 2010. Necesitaba un cambio en mi vida, hice un planteamiento y … aquí estoy! Nunca me he arrepentido de cambio, estoy encantada de estar aquí. Sí que es muy diferente del Sur en muchos aspectos, pero me encanta la gente y la cultura catalana. Me siento muy acogida.

Y de cabeza … a Enrich?

Mi historia en Enrich comienza el mismo verano de 2010, en la tienda de Mas Alba, en Sitges, donde iba sólo los fines de semana. Fue la primera tienda que se abrió fuera de Barcelona. En Navidad del mismo año se abrió la tienda de la calle Jesús, y me trasladé allí como vendedora a jornada completa. En poco tiempo se inauguró la tienda de Vilanova y la Geltrú, donde asumí las funciones de Encargada, hasta que hace poco más de dos años volví a la tienda de la calle Jesús, donde ahora me pueden encontrar (guiña un ojo).

¡Ahí es nada! Una carrera trepidante al ritmo de la expansión de Enrich por el Garraf … ¿ya llevabas el mundo del pan dentro?

Uy, qué dices! (Sonríe). Nunca había prestado atención a lo que había detrás de la elaboración del pan. Sí que he sido siempre una panarra, pero iba a la panadería, compraba el pan que me gustaba y me lo comía.

A Enrich he aprendido la importancia de los ingredientes, las proporciones, las propiedades de cada harina, la elaboración, los aromas y texturas, el maridaje de cada pan …
Me gusta conocer bien el producto y vender bien nuestro buen pan.

¿Y qué entiendes por vender bien el buen pan?

Para mí es lo que marca la diferencia con simplemente despachar pan. En Enrich ofrecemos un producto de calidad, que merece que se le trate bien desde su elaboración hasta que el cliente lo consume, y en medio de este camino está la venta. Un servicio atento, amable y personalizado, una recomendación de qué pan puede ir mejor a cada cliente, para cada ocasión, como lo puede conservar mejor, el tipo de corte más adecuado, con qué combina … Por eso es básico escuchar las necesidades de nuestros clientes y conocer bien nuestros productos.

Trabajo nada fácil con vuestra variada oferta …

Bueno, yo soy curiosa y me gusta investigar y descubrir por mí misma. Pero en este sentido vamos bien servidos. En Enrich le damos mucha importancia a nuestra formación, hace que nos sintamos más seguros y motivados en nuestro trabajo, escuchando nuestras propuestas, y ayudándonos a crecer profesionalmente. Apuestan por las personas.

Y yo también. Una de las cosas que me hace sentir feliz aquí es mi equipo. Son alegres, trabajadores y, por encima de todo, compañeros. Formamos un equipo con alma.

En tu día a día, ¿cómo sabes que lo estás haciendo bien?

La respuesta siempre la tienen los clientes. Cada vez que un cliente sale satisfecho con su compra, porque ha encontrado lo que buscaba, y te expresa su agradecimiento, tenemos la prueba y nuestra recompensa.

Y a mí, ¿qué pan me recomendarías?

Esta es la pregunta más difícil (ríe). Si tengo que elegir uno, te diré el Pan de Payés Catalán Enrich. Tiene un aroma, una miga, una textura … con tomate está de vicio. Y de postre, un “cremat”, allí donde lo llevo, triunfo!