Hoy conversamos con Vanesa Casamayor, actual Directora Comercial de Enrich. Ella es la persona que se encarga de la gestión de nuestras tiendas, desde una doble vertiente operativo, más cerca del terreno, y técnica, velando para trasladar nuestros valores de calidad, sabor y salud a la experiencia que viven día a día nuestros clientes. Una mujer entusiasta con las ideas bien claras.

¿Qué implica la gestión de las tiendas?

Por un lado, implica gestionar los espacios, asegurar un entorno limpio y agradable, que permita a nuestros clientes disfrutar de nuestros productos con calma. Por otra parte, llenar estos espacios. Es decir, definir conjuntamente con las diferentes áreas (producción, innovación y operaciones) la gama de productos que ofrecemos según la estacionalidad, así como la manera de exponerlo y ofrecerlo; establecer campañas y promociones; y acompañar todo ello con una buena comunicación, tanto en la tienda como en nuestras redes sociales.

Y por último, pero no menos importante, implica liderar el equipo de encargados y vendedores, la pieza clave de nuestras tiendas, guiándolos y formándolos en producto y calidad de servicio, con la permanente ambición de vender bien el buen pan.

¿Esto quiere decir que conoces muy bien cada tienda?

Si, claro, procuro visitarlas a menudo para conocer bien el terreno. Y lo hago con mucho gusto, ya que me permite ser consciente de las diferentes realidades y potencialidades y captar las sensaciones e impresiones de nuestros clientes.

Y de paso aprender más sobre el pan…

(Ríe) ¡Por supuesto! Es todo un mundo del que no dejas de aprender cosas nuevas cada día. ¿Y qué mejor lugar para descubrirlo que en la tienda?

El contacto personal es importante pues.

Absolutamente. La relación con todos los equipos de tienda es esencial, es fundamental que nos conozcamos bien y que compartamos información, sugerencias, dudas … Esta faceta humana es muy enriquecedora en todos los sentidos.

Nadie conoce mejor los gustos de los clientes que el personal de las tiendas…

¡Esto lo tenemos clarísimo! Ellos son los auténticos embajadores de Enrich: representan nuestra imagen y al mismo tiempo son nuestros ojos y oídos. Sienten el pulso de los clientes, saben qué panes funcionan mejor, los productos de bollería que más gustan, qué novedades no acaban de encajar … Es información de primera mano.

¿Y todo ello influye en la comunicación que hacéis?

Sí. Siempre que ponemos en marcha las campañas de marketing y comunicación tenemos muy presente toda esta información que recibimos continuamente. Hoy en día es básico conocer a tus clientes para poder dirigirte a ellos de la mejor manera posible, entendiendo sus inquietudes y necesidades.

¿También marcas la imagen de las tiendas?

Trabajamos para potenciar la coherencia entre las tiendas, para que los clientes nos reconozcan siempre, buscando un estilo que a la vez transmita nuestro espíritu, tanto en la arquitectura como la imagen del personal.

¿Coherencia visual quieres decir? ¿Que tengan un look similar?

Sí, pero también en el ámbito de los productos, así el cliente sabe que vaya donde vaya puede encontrar los mismos panes y pastas. Y coherencia en la calidad, en el servicio, en el trato al cliente …

Ser fieles a su esencia …

Exacto. «El pan hecho con calma» ¡lo dice todo! Nos define muy bien, resume lo que somos y cómo trabajamos. Queremos hacer las cosas con amor, dar valor a lo que hacemos. Sólo así las cosas salen bien y los clientes nos serán fieles.

Por último, dinos un secreto: ¿cuál es tu pan favorito?

(Ríe) ¡Esta es la pregunta más difícil! Depende del día, del momento del día, de con que lo acompaño … aunque tengo debilidad por el pan de chocolate y naranja. Tostado, sólo con un chorrito de aceite y una pizca de sal, tienes un desayuno o una merienda espectacular. Pero, ¿quieres un secreto? Cualquier pan de Enrich debe cumplir los tres pilares: salud, sabor y tradición. A partir de aquí sobre gustos …

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